Necesario explorar potencial del Metaverso para alcanzar sostenibilidad

Necesario explorar potencial del Metaverso para alcanzar sostenibilidad

El Metaverso ha ganado popularidad en los últimos años, con grandes empresas tecnológicas y visionarios de la industria invirtiendo recursos considerables en su desarrollo. El potencial de este avance tecnológico para lograr la sostenibilidad no ha sido completamente explorado ni aprovechado.

 

De acuerdo con una publicación del Banco Santander, el Metaverso se refiere a un espacio virtual en línea en el que las personas pueden interactuar entre sí y con entornos digitales tridimensionales. A medida que esta tecnología evoluciona, se han planteando nuevas oportunidades para abordar desafíos globales, como el cambio climático y la conservación de recursos naturales, entre otros.

 

El potencial del Metaverso para fomentar prácticas sostenibles radica en su capacidad para superar las limitaciones físicas del mundo real. Y que al crear entornos digitales, es posible diseñar ecosistemas virtuales que promuevan la eficiencia energética, la conservación de recursos y la reducción de emisiones de carbono.

 

Imaginemos un Metaverso en el que las ciudades virtuales estén diseñadas con una infraestructura sostenible desde el principio. Podríamos implementar fuentes de energía renovable, sistemas de gestión inteligente de residuos y opciones de transporte virtual que no emitan carbono. Esto no solo tendría un impacto positivo en el medio ambiente, sino que también establecería un modelo a seguir para la planificación urbana sostenible en el mundo real.

 

El Metaverso podría impulsar la conciencia ambiental y la educación a través de experiencias inmersivas o de la simulación de escenarios ambientales en donde las personas podrían comprender mejor las consecuencias de sus acciones y tomar decisiones más informadas en su vida cotidiana. No obstante, se advierte sobre los desafíos que enfrenta la implementación de prácticas sostenibles en el Metaverso.

 

Es crucial abordar aspectos como la huella de carbono de la infraestructura digital y la gestión adecuada de los recursos virtuales para evitar problemas como la sobreexplotación y el agotamiento.

 

A pesar de los desafíos, se ve un enorme potencial en la sinergia entre el Metaverso y la sostenibilidad, en donde asegura que estamos en una etapa temprana de exploración y desarrollo del Metaverso.

 

Asimismo, es es el momento adecuado para que los expertos en sostenibilidad, los desarrolladores de tecnología y las organizaciones medioambientales colaboren para dar forma a esta nueva dimensión digital de manera responsable y sostenible. Por ello, es fundamental que se realicen investigaciones y se establezcan marcos de trabajo que permitan maximizar su potencial para impulsar la sostenibilidad.

 

Mientras el Metaverso sigue capturando la imaginación de millones de personas en todo el mundo, queda claro que su impacto en la sostenibilidad podría ser una pieza fundamental para enfrentar los desafíos ambientales y avanzar hacia un futuro más verde.

Potencial combinado de IA, Web3 y metaverso

Potencial combinado de IA, Web3 y metaverso

La convergencia de la Inteligencia Artificial (IA), la Web3 y el Metaverso promete una utopía digital, las tecnologías Web3 como blockchain y los contratos inteligentes están sentando las bases de un Metaverso seguro e inter operable que reclama el control de la información de los usuarios.

 

Fortune Business Insights, ha estimado que el valor del mercado de la IA sea de 1.394,30 billones de dólares en 2029 solo en Norteamérica, y el Metaverso creará 5 billones de dólares en valor para 2030. También se prevé que el mercado mundial de blockchain Web3 crezca a un ritmo del 47,1 % entre 2023 y 2030.

 

La IA puede automatizar procesos, impulsar informes basados en datos y revolucionar la forma en la que las empresas interactúan con los clientes. Asimismo, presenta la posibilidad de generar contenidos adaptados a audiencias específicas y mejorar las experiencias de los usuarios, lo que la convierte en una característica indispensable para el Metaverso.

 

Web3, por su parte, permite la tokenización de activos reales, la descentralización de las redes y la posibilidad de que los usuarios lleven la seguridad y la privacidad a nuevos niveles. Finalmente, el Metaverso, que es un mundo virtual y persistente que existe en línea, tiene el poder de cambiar la forma en que interactuamos socialmente, consumimos, trabajamos y jugamos a videojuegos.

 

Invertir en IA, Web3 y el Metaverso ofrece infinitas oportunidades a particulares e inversores. Las empresas de capital riesgo y de capital privado han invertido entre 6.000 y 8.000 millones de dólares para su desarrollo en los últimos dos años.

 

Las empresas que adoptan la IA pueden atender mejor a sus clientes. En el sector minorista, las empresas pueden desarrollar entornos de compra virtuales cautivadores en el Metaverso y permitir a los clientes interactuar con los productos en entornos realistas.

 

Sin embargo, para aprovechar estas oportunidades, los inversores deben estar preparados para navegar por el Gran Reinicio. Es necesario que estén capacitados para tomar las decisiones adecuadas para capitalizar este nuevo panorama técnico.

 

El poder combinado de la IA, la Web3 y el Metaverso permitirá una revisión masiva del crecimiento y el potencial de cada industria y negocio que los utilice de forma efectiva. Esto incluye la generalización de las transacciones financieras digitales y la digitalización de activos tangibles como los bienes inmuebles a través de la tokenización de activos.

 

La convergencia de la IA, la Web3 y el Metaverso está creando oportunidades apasionantes para los inversores, y previó que el crecimiento en torno a estas tecnologías va a continuar y tendrán un impacto en todos los sectores empresariales.

Derechos digitales, un asunto pendiente de resolución en el Metaverso

Derechos digitales, un asunto pendiente de resolución en el Metaverso

Con la llegada del mundo virtual surgen nuevas preguntas sobre cómo preservar los derechos humanos y corporativos en un espacio descentralizado y en constante evolución, a los que se ha denominado como “derechos digitales” y que deberán establecerse a la brevedad.

 

Los derechos humanos han tenido durante mucho tiempo una relación problemática con las plataformas digitales, donde las normativas y directrices no siempre protegen las mismas directrices que en el mundo real.

 

Un ejemplo de lo anterior, podría ser la libertad de expresión, que ha llegado a límites en donde justificada en la permisión en internet, ha derivado en nuevas problemáticas propias de la era digital como el ciberacoso o el abuso digital.

 

Datos presentados por investigadores del Center for Countering Hate, revelaron que en Facebook cada 7 minutos se registra al menos un incidente de abuso o acoso cometido a través del chat de realidad virtual.

 

Ante esta situación Meta introdujo un límite personal por defecto que impide que los avatares se acerquen a menos de 1 metro de distancia en los espacios Horizon Worlds y Horizon Venues. 

Asimismo, de acuerdo con The New York Times, la empresa ha invertido 50 millones de dólares en investigación global para anticiparse a los riesgos de seguridad y desarrollar sus productos metaversos de forma responsable.

 

El universo virtual, como entorno descentralizado de Internet, tiene el potencial para impulsar ciertos derechos y perjudicar otros. La normalización de los derechos digitales en el Metaverso plantea hoy diversos problemas, dado que cada ciberespacio creado se regirá por las normas que apliquen de manera individual los desarrolladores y creadores del contenido digital.

 

Este concepto también traerá consigo un mayor anonimato para los individuos que experimenten con la web, lo cuál deberá ser atendido de manera integral por todos los participantes del Metaverso, tanto desarrolladores como empresas y usuarios, pues un mayor nivel de anonimato en prácticamente cualquier entorno, podría dar paso al surgimiento de nuevas formas de acoso en espacios digitales e inmersivos.

 

Aunque el Metaverso pretende ser una tecnología de la Web 3.0 que devuelva el control del contenido a los usuarios, también deberán existir normas y estándares que permitan la generación de espacios seguros y confiables para todos.

 

Es necesario plantearse cuánta libertad debe tener la gente a la hora de compartir contenidos e interactuar con otros en línea y qué medidas deben aplicarse para proteger a personas de distintas edades y procedencias en el entorno inmersivo. Además, habrá que determinar hasta qué punto se permitirá el anonimato en el espacio virtual y cuándo no para proteger los derechos de los demás.