La combinación de tecnología y servicios financieros está facilitando el acceso a recursos económicos para diversas poblaciones, destacando en ese contexto los créditos verdes, destinados a financiar proyectos sostenibles que contribuyen al bienestar del medio ambiente al tiempo que contribuyen a la inclusión financiera.
Los créditos verdes son instrumentos financieros diseñados para promover inversiones en proyectos que generan beneficios ambientales, tales como la construcción de edificios sostenibles, la implementación de energías renovables o la mejora de la eficiencia energética en empresas.
Sin embargo, el especialista en finanzas digitales subraya que dicho financiamiento no solo busca un retorno económico, sino también un impacto positivo en el entorno.
A medida que crece la conciencia sobre el cambio climático y la sustentabilidad, los créditos verdes se han convertido en una herramienta vital para movilizar capital hacia iniciativas que abordan estos desafíos
De acuerdo con varias perspectivas, las Fintech han revolucionado el sector financiero al reducir costos y aumentar la velocidad de los servicios financieros, lo que permite una mayor inclusión.
Tradicionalmente, el acceso a créditos, en especial aquellos que pueden clasificarse como “verdes”, estaba limitado a empresas grandes o a individuos con un historial crediticio sólido; no obstante, las startups han desarrollado modelos de negocio que utilizan algoritmos y análisis de datos para evaluar el riesgo crediticio de maneras innovadoras, permitiendo que pequeños emprendedores y proyectos comunitarios también accedan a dicho financiamiento.
En ese sentido, plataformas como Kiva y Ecoligo, ambas alineadas con proveer microcréditos específicamente para proyectos de energía solar en países en desarrollo, favoreciendo así la democratización en el acceso al capital y favoreciendo la inclusión de sectores que históricamente han sido marginados.
Por otro lado, desde la perspectiva del también especialista en criptomonedas, el acceso incrementado a créditos verdes no solo refleja un avance en la inclusión financiera, sino que también promueve un cambio social positivo.
Facilitar el financiamiento a emprendedores que buscan implementar prácticas sostenibles no solo mejora sus condiciones económicas, sino que también protege el entorno, generando un impacto en la comunidad.